martes, 26 de julio de 2016

DOCTRINA MILITAR BOLIVARIANA

DOCTRINA MILITAR BOLIVARIANA

Los cambios geopolíticos derivados de la caída del Muro de Berlín y el auge de la Globalización tienen un impacto importante en todos los ejércitos o fuerzas armadas del mundo. Venezuela no escapa de esta situación y desde principios del siglo XXI, se han desarrollado adecuaciones en el ámbito militar venezolano, con la finalidad de ajustarse a nuevos contextos, distintos al período de la Guerra Fría del que aún mantenía sus principios. Entre los cambios más relevantes, se destaca la nueva doctrina militar, regida por el llamado Pensamiento Militar Bolivariano (anteriormente llamado: Nuevo Pensamiento Militar Venezolano); es la Doctrina Militar Bolivariana, articulada a través de tres lineamientos estratégicos fundamentales: fortalecimiento del poder militar de la nación, profundización de la unidad cívico militar y fortalecimiento, y participación popular en las tareas de la defensa nacional.

El punto de partida para el desarrollo de la nueva doctrina militar venezolana subyace en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 1999 y las modificaciones que a continuación se señalan: 1) Cambiar la denominación de Fuerza Armada Nacional (FAN), constituye el primer intento por cohesionar y armonizar los componentes Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional; 2) Corresponsabilizar la seguridad de la Nación entre el Estado y la sociedad civil, que anteriormente estaba solo bajo la responsabilidad de las Fuerzas Armadas; y 3) Establecer tres funciones fundamentales para la Fuerza Armada Nacional: garantizar la independencia y soberanía de la Nación, y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional.

El arranque para la consolidación de la nueva doctrina ocurre durante un Taller de Alto Nivel que dirigió el presidente Hugo Chávez Frías el 12 y 13 noviembre del año 2004. Allí propuso como Objetivo Estratégico No. 9: profundizar y acelerar la conformación de una nueva estrategia militar nacional. Indicó la necesidad de nombrar una comisión que inicie los trabajos para desarrollar el Nuevo Pensamiento Militar Venezolano en base a las experiencias de Bolívar, Miranda, Guaicaipuro, Sucre y Zamora, de estudiar las experiencias de la lucha guerrillera para enfrentar la posibilidad de un conflicto similar al de la Guerra de Iraq con la intervención de EEUU al frente. Ejemplificó la estrategia propuesta por José Antonio Páez ante la posible reconquista europea de Venezuela: estrategia por grandes líneas de defensa, primero, las islas; segundo, las costas y, tercero, los grandes ríos y por último la selva y la sabana Una línea defensiva en profundidad. Otros aspectos propuestos para dar cumplimiento a este objetivo estratégico fueron la incorporación del pueblo a la defensa nacional a través de la reserva, la necesidad de desarrollar la industria militar, y la integración militar latinoamericana.

Inicialmente se utilizó la teoría de la Guerra de Cuarta Generación y paralelamente el concepto de Guerra Asimétrica. No obstante, debido a las contradicciones que se presentaron por emplear una teoría desarrollada por EEUU, el manejo del concepto de Guerra de Cuarta Generación cayó progresivamente en desuso. El concepto de la Guerra Asimétrica obtuvo mayor aceptación como premisa para la nueva doctrina militar, entendiéndose esta, como la respuesta de uno de los protagonistas frente a su oponente sin enfatizar la búsqueda de una paridad de fuerzas, sino el empleo de tácticas no convencionales.

La guerra asimétrica que protagonizarían los venezolanos tendría carácter defensivo, para resistir y repeler una invasión que trascendería a la Fuerza Armada para abarcar a la ciudadanía en su conjunto, que tiene la responsabilidad de coadyuvar a la defensa nacional según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su título VII (De la Seguridad de la Nación). El propio presidente Hugo Chávez describió la importancia de la participación civil en la defensa, parafraseando a Mao Tse-Tung, cuando decía que «el pueblo es al ejército como el agua al pez», calificándola como la piedra angular del concepto Defensa Integral, plasmado en el ya mencionado título VII (De la Seguridad de la Nación) de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que él denominó Defensa Nacional Popular Integral. Entre las premisas relacionadas al eje doctrinario se observa la necesidad de construir la nueva Doctrina Militar Bolivariana a través de la elaboración del Concepto Estratégico Militar de la Defensa Integral de la Nación con la concepción estratégica de la Guerra Popular Prolongada, siendo esta última la denominación actualmente reconocida. La Doctrina Militar Bolivariana se ha desarrollado principalmente en torno a las tensas relaciones entre EEUU y Venezuela. Acciones, declaraciones y documentos de organismos y funcionarios norteamericanos, indican que Venezuela se encuentra presente entre las prioridades de la política exterior norteamericana.

Para lograr los objetivos planteados por la nueva doctrina militar, fue necesario el ajuste organizacional de la FANB. En la actualidad está organizada de la siguiente manera: la Comandancia en Jefe, el Comando Estratégico Operacional, los Componentes Militares, la Milicia Bolivariana destinada a complementar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la defensa integral de la Nación y las Regiones Militares, como organización operacional. El Comando Estratégico Operacional, los Componentes Militares, la Milicia Bolivariana y las Regiones Militares, dependen administrativamente del Ministerio del Poder Popular para la Defensa. La adopción de esta nueva estructura organizativa permite regionalizar la defensa según los niveles nacional, regional, estadal, municipal, parroquial y comunal. El Comando Estratégico Operacional dirige y controla las agrupaciones territoriales de fuerzas: Regiones Estratégicas de Defensa Integral, Zonas Operativas de Defensa Integral y Áreas de Defensa Integral.

Las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI) son espacios del territorio nacional con características geoestratégicas, establecidos por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la FANB sobre la base de la concepción estratégica defensiva nacional para planificar, conducir y ejecutar operaciones de defensa integral, a fin de garantizar la independencia, la soberanía, la seguridad, la integridad del espacio geográfico y el desarrollo nacional. Las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI) son espacios geográficos contenidos en una Región Estratégica de Defensa Integral, que pueden coincidir con uno o varios estados donde se conducirán las operaciones para defensa integral. Las Áreas de Defensa Integral (ADI), son espacios geográficos contenido en una Zona Operativa de Defensa Integral, que pueden coincidir con uno o varios municipios, donde se conducirán las operaciones para defensa integral.

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